Una
forma a partir de la cual el niño es capaz de representar la realidad es el
dibujo, mediante el cual puede plasmar en una hoja de papel (normalmente) sus
representaciones.
En un comienzo, el dibujo surge de la
actividad motora, como prolongación de ella, y los primeros dibujos se limitan
a reproducir movimientos de la mano que dejan una huella: movimientos de
zigzag, movimientos circulares u ondulaciones que reflejan los movimientos de
la mano. Con ello, el niño imita movimientos y pronto imitará también los
objetos o personas que le rodean, tratando de recoger las características que
le llaman más la atención. El dibujo es una forma de imitar la realidad y por
ello guarda un gran parentesco con la imitación. Una de las características del
dibujo infantil es su intento de reproducir la realidad, de imitarla.
El niño goza expresándose a través de los
dibujos y experimentando, por lo que la relación entre juego y dibujo es muy grande.

Es
posible realizar un recorrido del grafismo infantil, desde sus orígenes hasta
su establecimiento, que va generalmente desde el garabato al dibujo complejo,
atravesando por diferentes etapas.
Según
Viktor Lowenfeld (1972), investigador austríaco, el dibujo infantil progresa en
seis etapas: 1) el garabato, entre los 2 y 4 años; 2) el estadio
pre-esquemático, entre los 4 y 6 años; 3) el periodo esquemático, entre los 6 y
9 años; 4) el realismo gráfico, entre los 9 y 12 años, 5) el pseudonaturalismo,
entre los 12 y 13 años; y, por último 5)
la crisis de la adolescencia entre los 13 y 16 años.
Edad
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Etapa
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Sub estadio
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Características principales
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2
a 4 años
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Del garabato
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Garabato
desordenado
(18
meses)
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Primera expresión
gráfica de lo que luego tomará forma y contenido. El movimiento es impulsivo, rápido y sin control.
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Garabato
ordenado
(20
meses a 3 tres años)
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El garabato se hace
circular. Tiene un mayor control de la muñeca y del movimiento de pinza.
Combina los círculos con líneas para crear nuevas formas.
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Garabato con nombre
(3
a 4 años)
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El niño mira lo que
dibuja y trata de controlar el movimiento de la mano. Tiene un mayor interés
y atención; respeta los límites de la hoja; Da nombre al dibujo que realiza,
pero sólo después que lo dibuja. Puede aparecer el “renacuajo” o “monigote”.
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4 a 6 años
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Pre-esquemático
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Aparece la
intencionalidad y el sentido de representación Comienza a elaborar
pre-esquemas, y la figura humana es el primero.
Algunos niños no dibujan aún brazos ni
manos, y a la cabeza sólo le pone ojos; otros dibujan brazos, manos, boca y
nariz, y hasta dedos.
El niño distribuye
el espacio de manera anárquica. El tamaño de las personas y objetos graficados está en función de la
significación subjetiva, y aparecen como flotando, sin base de sustentación.
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6
a 9 años
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Esquemático
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El gráfico del niño
tiene un sentido en forma y color. Dibuja un esquema muy claro. La figura humana progresa
discriminando cabeza, tronco y extremidades.
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9
a 12 años
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Realismo
gráfico
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La representación
esquemática y las líneas geométricas no bastan para permitir al niño su
expresión; enriquece su gráfico y lo adapta a la realidad.
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12
a 13 años
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Pseudonaturalismo
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Interesa ahora el
producto gráfico final. Puede dibujar la perspectiva y figuras
tridimensionales. El grafismo del cuerpo humano adquiere un mayor
significado, aumentando las características sexuales en el dibujo.
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13
a 16 años
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Crisis
de la
adolescencia
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Enfriamiento del
comportamiento gráfico.
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